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Aires de tormenta cubren el balneario de Beidaihe, donde Xi Jinping celebra tradicional retiro con líderes políticos chinos

La desaceleración económica y el recrudecimiento de las tensiones con Estados Unidos empañan la reunión anual de dirigentes en Beidaihe.

Por: Financial Times | Publicado: Viernes 11 de agosto de 2023 a las 13:55 hrs.
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Desde la década de 1950 y los días de Mao Zedong, los líderes del Partido Comunista Chino (PCCh) y sus principales asesores se han dirigido al balneario de Beidaihe para escapar del calor del verano en la capital y reflexionar sobre las perspectivas del país.

En los últimos días, los funcionarios chinos se han reunido para su retiro estival -el primero desde que Xi Jinping se asegurara un tercer mandato sin precedentes como líder del partido y del ejército en octubre- y su encuentro amenaza con verse ensombrecido por la recesión económica y el aumento de las hostilidades con Occidente.

Malos resultados económicos

Esta semana, la economía china cayó en deflación después de que los precios al consumo descendieran por primera vez desde principios de 2020, un crudo indicador de los retos a los que se enfrentan los responsables políticos, deseosos de relanzar el crecimiento tras la pandemia.

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Los aliados occidentales sopesan ahora si seguir la decisión de Joe Biden el miércoles de prohibir a los estadounidenses invertir en partes de los sectores de Inteligencia Artificial, chips y computación cuántica de China. La medida del presidente estadounidense, enmarcada en el ámbito de la seguridad nacional, corre el riesgo de desbaratar los recientes esfuerzos por mejorar las relaciones entre Estados Unidos y China, que se encuentran en un mínimo histórico. Beijing advirtió inmediatamente de posibles represalias.

Mientras que la administración de Xi estaba "tratando desesperadamente de reactivar la economía", los líderes reunidos en Beidaihe estaban limitados por un statu quo que prioriza la seguridad nacional y el control del partido sobre el crecimiento económico, dijo Victor Shih, profesor de economía política china en la Universidad de California en San Diego.

Compromiso con la seguridad

Muchas carreteras están cerradas. La ciudad está llena de puestos de control. En un punto de seguridad se ordenó a los conductores bajar las ventanillas para que cuatro cámaras de gran tamaño pudieran mirar dentro de los vehículos mientras la policía comprobaba los documentos de identidad. Se prohibió la circulación de modelos Tesla por temor a que las cámaras transmitieran imágenes a Estados Unidos y se prohibió el vuelo de cometas y drones, mientras que en algunos sectores del océano se ordenó la salida de las embarcaciones.

Charles Parton, exdiplomático británico que ahora trabaja en el Instituto Mercator de Estudios sobre China, afirmó que los dirigentes del PCCh solían viajar a Beidaihe durante las dos primeras semanas de agosto, acompañados de dirigentes retirados del partido, pero no había informes oficiales sobre la asistencia ni fechas oficiales de inicio y fin.

Los medios de comunicación estatales informaron el 3 de agosto que Cai Qi, jefe de gabinete de Xi y miembro del Comité Permanente del Politburó, compuesto por siete miembros de élite del partido, se había reunido con 57 expertos en ciencia y tecnología en Beidaihe.

"Cai animó a los expertos a hacer nuevas y mayores contribuciones para lograr autosuficiencia y fortaleza en ciencia y tecnología, construir un país socialista moderno en todos los aspectos y avanzar en el rejuvenecimiento nacional en todos los frentes", informó Xinhua, la agencia oficial de noticias.

Parton recordó que Beidaihe había sido escenario de importantes momentos históricos, como el inicio del desastroso Gran Salto Adelante de Mao y el bombardeo de la isla taiwanesa de Kinmen en 1958. La prolongada prohibición de Xi de las extravagancias del Gobierno hizo que el retiro fuera ahora más discreto, añadió.

La centralización del poder de Xi también ha hecho que los debates sobre las reformas económicas estructurales sean "extremadamente difíciles", porque los funcionarios temen que sus consejos "provoquen la ira de los altos dirigentes", dijo Shih, de la Universidad de San Diego.

La intriga también se cierne sobre el retiro estival de este año tras la inexplicable ausencia y destitución de Qin Gang, antiguo favorito de Xi, del cargo de ministro de Asuntos Exteriores el mes pasado, así como las investigaciones por corrupción en el ejército y en el propio organismo de control de la disciplina interna del partido.

Algunos analistas esperan que el número dos de Xi, el primer ministro Li Qiang, se esté preparando para anunciar su primera serie de cambios políticos significativos tras pasar los seis meses desde su nombramiento recopilando información sobre el colapso del sector inmobiliario chino, la deuda de los gobiernos locales y el débil gasto de los consumidores.

Financial Times informó el viernes de que Li había enviado equipos de funcionarios a más de 10 de las provincias más débiles del país desde el punto de vista financiero para examinar sus cuentas y encontrar formas de reducir sus deudas.

Falta de impulso económico

Beijing no ha recurrido todavía al tipo de estímulo introducido en las economías occidentales para apoyar a los hogares durante la pandemia. Pero en un contexto de débil confianza interna y prolongada desaceleración inmobiliaria, los mercados claman por medidas más contundentes.

Country Garden, el mayor promotor inmobiliario privado de China, dejó de pagar esta semana sus bonos internacionales, lo que ha agravado la preocupación sobre la salud de un sector inmobiliario que suele representar más de una cuarta parte de la actividad económica.

Michael Pettis, investigador del centro de estudios Carnegie Endowment for International Peace, afirmó que los economistas chinos y los asesores del gobierno reconocen cada vez más que Beijing necesita impulsar el consumo interno mediante la transferencia de efectivo y activos a los hogares. Pero añadió que no cree que se haya elaborado un plan para hacerlo.

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"Se ha hablado de la necesidad de transferir recursos al sector de los hogares, pero hasta ahora no se ha debatido realmente la otra cara de esa transferencia: ¿qué sector de la economía paga la transferencia?".

Mientras el objetivo de crecimiento del PIB de Beijing -que con un 5% para 2023 es ya el más bajo en décadas- supere lo que el sector privado puede ofrecer, se necesitará más gasto del sector público, y endeudamiento gubernamental, para generar los niveles deseados de actividad económica, dijo Pettis.

"El crecimiento se está ralentizando lo bastante como para que los gobiernos locales se inclinen por un mayor gasto en infraestructuras", añadió.

Con el retiro de Beidaihe rodeado de secretismo, los chinos de a pie, junto con los inversores internacionales y las empresas que dependen de la economía china, también tendrán que esperar para saber qué se ha decidido.

"Las masas no tienen ninguna opinión sobre la visita de los líderes a Beidaihe", declaró un funcionario al FT.

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